La Pilsner Urquell: la Pils original

La historia de la Pilsner Urquell

Los orígenes de esta cerveza se remontan a 1842, en la localidad de Pilsen, en la región de Bohemia de la República Checa. El maestro cervecero Josef Groll fue el encargado de dar a luz la nueva receta, iniciando con ello el estilo Pilsener.

La fábrica originaria se fundó en 1839 por ciudadanos locales y durante toda su vida ha ido pasando por diferentes denominaciones y fusiones. La cervecera hoy en día sigue llamándose como su creación original, siguiendo incluso la misma receta de siempre. No obstante y, tras varias adquisiciones, la empresa en la actualidad forma parte del conglomerado multinacional InBev.

Características de la Pilsner Urquell

Dentro de los grandes tipos de cerveza que existen en la actualidad, la Pilsner Urquell se enmarca en la familia de la cerveza lager.

Por ello, comparte ciertas características con su estilo base, pero también tiene otras propiedades particulares.

Notas de cata

La cerveza Pilsner Urquell se elabora con lúpulos Saaz, de tal manera que cuenta con un aroma bastante floral. Sin embargo, no tiene tonos afrutados y sí un sabor fuerte a malta. Esto se debe a que en el proceso de elaboración, el producto se calienta hasta tres veces.

En boca, no deja un sabor amargo prolongado, a pesar de ser una de sus propiedades. La responsable de esto es el agua suave con la que se fabrica, propia de su ciudad de origen. Así, se consigue minimizar el amargor consiguiendo un tono muy equilibrado.

Otra característica particular es su graduación alcohólica de 4.4%, por debajo de otros representantes de su estilo que se sitúan entre los 5 y 6 grados por volumen.

Si bien su disponibilidad habitual se basa en barriles, latas y botellas de vidrio, en pequeñas cantidades destinadas a mercados locales o muy concretos se puede disfrutrar sin pasteurizar y sin filtrar.

Propuestas de maridaje

Su carácter hace que sea una cerveza muy versátil, así que aquí te proponemos algunas opciones que le van muy bien.

Maridaje con carnes y aves

Su ligera amargura es un complemento perfecto para carnes grasas, como el cerdo asado, costillas o salchichas. Esa frescura ayuda a cortar la grasa y realza los sabores ahumados y especiados de estos platos. También marida de manera excelente con pollo asado o al grill, especialmente si están marinados con hierbas o mostaza. Así podrás potenciar las notas herbales y el sabor tostado de la malta.

Estupenda con quesos

Su cuerpo medio y su efervescencia, hacen que la Urquel combine muy bien con quesos de intensidad moderada, como un Gouda joven, el Emmental o incluso un Brie suave. Su amargor limpia el paladar, permitiendo disfrutar de la textura cremosa de estos quesos. Los ahumados o con notas a frutos secos también pueden ser estupendos, ya que resaltarían los sabores tostados de la cerveza.

Platos vegetales y ensaladas

Si tienes una dieta vegana, la Urquell también puede brillar. Prueba acompañarla con ensaladas verdes con vinagretas cítricas, espárragos a la parrilla o un risotto de setas. Los componentes frescos y los sabores intensos se aliarán con la carbonatación natural y la frescura de la bebida, ayudando a resaltar los matices de los vegetales. ¡Disfrutarás de un contraste agradable!

Panadería y repostería salada

El carácter maltoso de la cerveza hace que combine muy bien con panadería artesanal y platos de repostería salada, como quiches o empanadas. Los toques de caramelo de la malta en la Pilsner Urquell se complementan con la masa dorada y los rellenos sabrosos, ofreciéndote un maridaje reconfortante y equilibrado.